Una de las formas más refrescantes para refrescarse en un día caluroso. Este tratamiento estimulante a menudo se hace con té negro, pero también se puede preparar con té verde, blanco o de hierbas si está de humor para algo menos esperado. Hecho tradicionalmente en grandes lotes y servido en una jarra con una generosa cantidad de hielo, puede endulzarse o no endulzarse (simplemente llamado «té dulce» y «té dulce» en el sur de los Estados Unidos).
CÓMO HACER TÉ HELADO CLÁSICO
La forma más popular de hacer té helado también es la más simple. Para el té helado clásico, simplemente prepare una olla de té caliente de la forma habitual, siguiendo las pautas de temperatura y tiempo recomendadas para la variedad de té que está utilizando.
Como regla general, el té negro debe hacerse con agua calentada a 208 grados Fahrenheit y prepararse durante tres a cinco minutos. El té de hierbas también se debe preparar con agua de 208 grados, pero se debe remojar durante cinco minutos o más para resaltar todo su sabor. Los tés blancos y verdes se preparan mejor con agua calentada a 175 grados ligeramente más fríos, y solo deben remojarse durante dos o tres minutos para evitar el amargor.
Para un lote completo, prepare su té usando una proporción 1: 1 de bolsitas de té, infusores piramidales o cucharaditas de té de hojas sueltas por cada taza de agua. En otras palabras, si desea preparar ocho tazas de té helado, use ocho tazas de agua y ocho bolsitas de té (o infusores piramidales, o cucharaditas de té de hojas sueltas). Si le gusta su té fuerte, agregue una porción extra o dos de té mientras prepara el lote. Si le gusta dulce, agregue ¼ de taza de azúcar por galón de agua y revuelva hasta que los gránulos se derritan.
Una vez preparado, vierta su té caliente en una jarra de vidrio y refrigérelo durante al menos cuatro horas. Sírvelo frío sobre hielo y agrega una rodaja de cítricos o una ramita de menta fresca a cada vaso si lo deseas.
